domingo, 8 de abril de 2012

La influencia de las redes sociales en la subjetividad individual y colectiva - Bibliografía

  • Paula Sibilia, “La intimidad como espectáculo”. Capítulos I y III: “El show del yo” y “Yo privado y el declive del hombre público”. Editorial Fondo de Cultura Económico, Año 2008. Material de Cátedra. Link: http://www.fce.com.ar/ar/libros/detalles.aspx?IDL=6311

  • Carlos A. Scolari, “Hipermediaciones, elementos para una Teoría de la Comunicación Digital Interactiva”. Capítulo II: “De los nuevos medios a las hipermediaciones”. Editorial Gedisa, Colección Cibercultura. Año 2008. Material de Cátedra. Link: http://www.gedisa.com/libroIMPRES.asp?CodigoLibro=500011


  • Sergio Sinay, “Conectados al vacío, La soledad colectiva en la sociedad virtual”. Editorial Ediciones B, Año 2008 (Fuente consultada).
           Link La Nación: http://www.lanacion.com.ar/1068927-vidas-de-seis-palabras
     

  • Apuntes de carpeta de la materia Teoría de los Medios y de la Comunicación de las clases del 12/08 y del 19/08, segundo cuatrimestre del año 2011 (UCES). Titular: Oscar Bosetti, Adjunto Diego Ibarra, JTP: Analía Sosa Rodríguez.

La influencia de las redes sociales en la subjetividad individual y colectiva - Conclusión

   Es innegable que la sociedad está atravesando un momento de transición con respecto a sus recursos y métodos de comunicación. La pantalla de la PC simboliza una ventana de infinitas posibilidades que nos provee de una catarata de datos por momentos desbordante. Hoy en día se vuelve imprescindible apelar a métodos estratégicos de selección de la información debido a los continuos avances de acceso que dificultan cada vez más la intención de abarcar todo lo que está a nuestro alcance. Según Scolari en Hipermediaciones: “(…) la mente humana funciona por asociación y cada vez que tiene una información en su poder inmediatamente salta a la siguiente conforme a una intrincada red de recorridos sostenida por las células del cerebro.”
Esto indefectiblemente nos arrastra a una pérdida de enfoque que no permite la interiorización de contenidos.
Tomemos como ejemplo un día corriente en la vida de un joven de clase media promedio y consumidor activo de las nuevas tecnologías: Amanece, desayuna, se conecta a través de su ordenador para chequear sus mails y organizar la agenda del día. Luego, se prepara para encarar su jornada manteniéndose en contacto con su entorno social (círculo de amigos, compañeros de universidad o de trabajo, familia, etc.) por intermedio de su dispositivo móvil (Blackberry, I-Phone, o cualquier teléfono celular de los denominados Smartphones), sumado a las alternativas de conexión que estos mismos proponen (el programa WhatsApp o el chat exclusivo de Blackberry)  y las distintas redes sociales (MSN, Facebook o Twitter).

¿Cómo es posible mantenerse enfocado en un tópico o actividad determinada o responder a las exigencias del mundo ante tales circunstancias?

Hasta el mismo Juan Pablo Varsky, periodista argentino de renombre que se desempeña tanto en medios gráficos, como en radio y televisión, declaró a través de su cuenta personal de Twitter @JPVarsky el 3 de Noviembre de 2011:
“En decisión trascendente, con el único motivo de evitar el incendio de mi cabeza, he sacado Twitter de mi teléfono celular. La recomiendo.”

En otras palabras, mientras una decisión no sea tomada, todo es probabilidad y lo que representa nuestra mirada frente al monitor o dispositivo móvil no es más que la oportunidad de conservar el máximo de ventanas abiertas en función de dilatar aquello que las decisiones conllevan: la pérdida de las posibilidades.
Las nuevas tecnologías y recursos de comunicación están presentes en el aquí y ahora, desarrollándose a pasos agigantados, como lo describe Scolari: “(…) En esta relación simbiótica entre el hombre y la computadora el hombre fijará los objetivos, formulará hipótesis, determinará los criterios y realizará las evaluaciones.”
Teniendo en cuenta el texto de Barker también podemos establecer que los estudios culturales constituyen un campo de permanente debate y cuestionamiento y que su empleo y sus significados serán siempre cambiantes.
Estas tecnologías pueden ser consideradas como adaptaciones contemporáneas de las viejas costumbres o se puede intentar darles un significado e interpretación ligado de manera exclusiva con el presente. No obstante, detrás de cualquier tipo de dispositivo o herramienta, es el individuo quien debe adaptarse a las circunstancias de los tiempos que le toquen atravesar sin perder noción de la necesidad fundamental que significa para todo ser humano racional y pensante el desarrollo de su propia subjetividad individual.

La influencia de las redes sociales en la subjetividad individual y colectiva - Desarrollo

El nuevo rol del usuario en el contexto de la democracia digital
    
     Internet constituye en la actualidad un portal mediante el cual el usuario común adquiere un papel de relevancia fundamental por intermedio de la producción de contenidos, ya sea en los Blogs, Fotologs, Flickrs, en los sitios para compartir videos como YouTube o en las redes sociales como MySpace, Facebook o Twitter.
A raíz de la creatividad y la presencia mediática que este contexto supone por quienes antes solían ser lectores y espectadores de los diferentes medios de comunicación, se traza el concepto de una nueva democracia digital en la que todo individuo que navega por la red puede expresarse y trabajar a la par de los profesionales. Citando a Scolari en Hipermediaciones: “(…) el usuario de los medios termina por convertirse en parte del contenido y muchos investigadores proponen que la interactividad es lo que define a los medios digitales de los tradicionales, creando entornos inmersivos donde el sujeto forma parte de un sistema mayor. Se rompe con la idea del consumo pasivo de los medios masivos (…)”.
A su vez, esto se articula en un enaltecimiento de lo ordinario y lo cotidiano en función de la búsqueda de diferencias, noción que plantea de por sí ciertas contradicciones como resultado de la permanente producción de copias descartables de lo mismo y cierta noción ambigua de potencial control y libertad.

Retrospección a la Revolución Industrial y su relación con la actualidad

En retrospección, en el siglo XVIII, la Revolución Industrial aceleró los tiempos y el modo de trabajo, dando paso a los procesos migratorios y la urbanización en pos de mejorar las posibilidades de trabajo y estilo de vida. En consecuencia, el reconocimiento, la interacción personal y el sentido comunitario que distinguía la vida rural fueron desplazados por el anonimato y la heterogeneidad de las sociedades urbanas mediáticas. Dada esta transición, el individuo comenzó a sufrir la angustia producto de la soledad. Hoy en día, ese anonimato es confrontado por las nuevas tecnologías que invitan a los navegantes a formar parte de una nueva clase de comunidad: la comunidad virtual. La misma permite que la pantalla de la PC se convierta en una ventana siempre abierta y conectada con decenas de personas al mismo tiempo.
En el siglo pasado, surgieron los medios de comunicación de masa basados en tecnologías electrónicas. A principios del siglo XXI las computadoras interconectadas mediante redes digitales de alcance global se convirtieron inesperadamente en las nuevas herramientas de comunicación. Primero, a través del correo electrónico como una nueva forma interpersonal y grupal de intercambio, luego fueron los canales de conversación o chats que derivaron en sistemas de mensajes instantáneos como el MSN, Yahoo Messenger y diversas redes sociales. Al ser capaz de convertir cualquier tipo de documento escrito, gráfico o audiovisual en datos numéricos infinitamente modificables y reproducibles, Scolari remarca que para algunos teóricos la digitalización ha generado en gran medida las transformaciones más significativas en nuestra sociedad.

Técnicas de la Industria del consumo a través de Internet

En base al análisis de los conceptos planteados por Paula Sibilia en “La intimidad como espectáculo”, es posible dilucidar que esta nueva ola ha desatado paralelamente una estrategia de mercado basada en la inclusión del usuario en función de su propio consumo. Al hablar de sí mismos y de las personas de su entorno, los sujetos alimentan los engranajes de la sociedad industrial que precisa de estos datos para perfeccionar sus mecanismos.
La industria del consumo emplea técnicas como el ritual de la confesión para producir verdades sobre los individuos con objetivos comerciales, como la venta de productos y servicios (hacer/hacer).
En el pasado (principios del siglo XII), la sujeción confesada se transfirió en los ámbitos eclesiásticos y jurídicos; en la era industrial hacia los campos médicos y pedagógicos y ahora, en las pantallas mediáticas. A través de ellas, las empresas, gobiernos o quien posea cierto dominio técnico pueden monitorear los datos personales de los consumidores potenciales en función de favorecer los negocios orientados a públicos clasificados en segmentos de interés.

Los distintos medios de expresión en red y sus relaciones con los medios tradicionales

¿Qué es lo que impulsa a los usuarios a ejercer una exposición tan pronunciada de su intimidad por intermedio de Internet?
Los Blogs son un potente y sencillo dispositivo para escribir comentarios y generar espacios de debate. Es muy grande la variedad de temas y estilos que son propuestos a través de ellos, aunque la mayoría de los usuarios sigue el modelo confesional de diario íntimo. El mismo consiste en exponer la propia intimidad a merced de cualquier otro usuario que esté dispuesto a informarse sobre ella. Desde su creación, hace ya más de diez años, la comunidad “bloguera” no ha parado de multiplicarse.
A su vez, también surgieron las Webcams, que son pequeñas cámaras filmadoras que permiten transmitir en vivo el entorno del usuario al mismo tiempo que éste mantiene una conversación vía Chat. Posteriormente aparecieron los sitios que permiten compartir videos caseros como You Tube, los cuales reciben diariamente millones de visitas por día, muchas veces premiando u otorgándoles posibilidades de desarrollo profesional y económico a sus participantes.
Como destaca Sibilia, un capítulo aparte recibirían los mundos virtuales de Second Life, cuyo atractivo primordial está basado en la posibilidad que otorga a sus participantes de poseer una o varias vidas paralelas a través de la Web.
Esta tendencia se ve reflejada diariamente en los medios de comunicación más tradicionales. Acorde al texto de Carlos Scolari Hipermediaciones: “(…) una de las características primordiales de los nuevos dispositivos de comunicación es su capacidad para borrar las barreras entre medios y contaminarlos entre sí (…)”. Siguiendo este razonamiento, podemos destacar que los diarios y revistas incluyen en sus publicaciones los Tweets de las celebridades más destacados del día; la radio y la televisión apelan a los mails, SMS y a las distintas redes sociales para conocer el punto de vista de sus oyentes o televidentes sobre un determinado tema de actualidad o simplemente para hacerlos participar de algún concurso; el cine tampoco está exento de este fenómeno ya que cada vez es más difícil imaginar una trama o argumento ambientado en una contexto actual sin la mediación de los distintos dispositivos tecnológicos, ni los diversos recursos de comunicación on line dispuestos en la red. Hasta en la ante última entrega de los Premios de La Academia una de las candidatas a ganar el galardón a “Mejor Película del Año” fue “Red Social”, dirigida por  David Fincher y centrada en el período de la vida de Mark Zuckerberg en el que ideó y creó Facebook…

Influencia de los factores tecnológicos en el “modo de ser” del individuo

Otro punto significativo en el análisis de Sibilia es la influencia que poseen estos nuevos factores tecnológicos en la creación del “modo de ser” y de qué manera estas transformaciones contextuales afectan a los procesos mediante los cuales se llega a ser lo que se es. En relación a lo planteado por Barker en “Televisión, globalización e identidades culturales” se entiende que “(…) la búsqueda de la identidad en un mundo cada vez más incierto es un rasgo que caracteriza a los movimientos religiosos y a las ansias individuales de significación (…).”
El planteo sobre la constitución de las subjetividades está íntimamente ligado a la noción de que la construcción individual y singular de cada persona se forja en base a su propia experiencia en un aquí y ahora. Es inevitable no atribuirle a esto el marco contemporáneo en el cual nos toca atravesar como sociedad hoy en día. Estamos viviendo en una época limítrofe, un período de transición en cuanto a los factores socioculturales relacionados a los nuevos medios de comunicación propuestos por Internet y las estrategias integradoras empleadas por la industria del consumo. En base al texto de Barker entendemos por subjetividad a la condición de ser persona y a los procesos mediante los cuales nos convertimos en sujetos sometidos a procesos culturales que nos permiten serlo tanto para nosotros mismos como para los demás.
Resulta fundamental la influencia de la cultura sobre lo que se es y, para comprender los sentidos de las nuevas prácticas de exhibición de la intimidad, Sibilia apunta que es necesario estudiar las experiencias subjetivas en función de tres dimensiones o perspectivas diferentes: El nivel singular, enfocado en la trayectoria de cada individuo como un sujeto único e irrepetible a través de la psicología y el arte; la dimensión universal de la subjetividad, que abarca todas las características comunes del género humano por intermedio de biología o la lingüística, entre otras disciplinas y, finalmente, un nivel intermedio entre las dos dimensiones mencionadas previamente que busca detectar los elementos culturales influenciados por factores políticos, económicos y culturales, comunes a algunos sujetos pero no necesariamente inherentes a todos los seres humanos. Estas apreciaciones tienen puntos en común con respecto a lo planteado por Barker en que lo que significa ser persona tiene un carácter social y cultural en todo momento y lugar. En otras palabras, que las identidades son construcciones sociales y se articulan sobre el propio contexto cultural y social.
De esta manera es posible analizar esta “forma de ser” que se desarrolla en paralelo y en comunión a las nuevas prácticas de expresión y comunicación vía Internet.

Cabe destacar que, a pesar de la denominada “democratización de los medios”, las estadísticas sugieren que la concentración de los usuarios de la red global de computadoras se concentra en los países del primer mundo y que los “países en desarrollo” constituyen la significativa minoría. En conclusión, las brechas entre las regiones más ricas y más pobres del mundo no están disminuyendo sino que, al contrario, cada vez son más pronunciadas y están lejos de abarcarnos a todos como un conjunto armónico y homogéneo. Tan sólo una porción de la clase media y alta de la población mundial marca el camino y el desarrollo de los nuevos medios y vínculos de comunicación virtuales. Es precisamente este mismo grupo reducido el que ha influido en lo que significa el “ser alguien” en la historia reciente.
La interacción con los lectores es fundamental dentro del circuito de las redes sociales debido a que por más que se suela prescindir del contacto concreto y material con el otro, eso no impide que se creen fuertes vínculos y con varias personas a la vez; esto se acentúa por intermedio de los Links a otros contenidos y contactos que generan una amplia red hipermediática que no parece tener límite.

La influencia de las redes sociales en la subjetividad individual y colectiva - Introducción

     La sociedad actual es la más conectada de todos los tiempos. Los avanzados dispositivos tecnológicos constituyen herramientas que les permiten tanto al hombre como a la mujer la posibilidad de aferrarse a los medios de manera constante a través de Internet y del uso de las redes sociales. Esta circunstancia inevitablemente lleva al individuo a confundir conexión con comunicación, dos términos que no corresponden a distintas acepciones del mismo concepto.
La vorágine provocada por la magnitud del circuito de la información, sumada a la permanente expectativa hacia el futuro, genera un estado de insatisfacción y desconcierto que caracteriza el momento por el cual atraviesa la sociedad hoy en día.
El diario, la radio y la televisión han sido históricamente los canales mediante los cuales el sujeto ha tomado contacto con la realidad y el mundo que lo rodea, proceso se ha ido acrecentando y diversificando sin pausa hasta llegar a límites insospechados en un pasado no tan distante.

“El ciberespacio se caracteriza por la inclusión de una polifonía de voces y la falta de un centro de poder. Su estructura abierta lo convierte en un gran organismo vivo, dinámico y en permanente evolución” (Scolari en Hipermediaciones).

“¿Es la identidad cultural algo que deba mantenerse puro o algo que hay que ampliar y enriquecer mediante mezclas, parangones y cotejamientos?” (Barker en Televisión, globalización e identidades culturales).

En este escenario, un nuevo fenómeno ha tomado partido a través de Internet y la globalización: las redes sociales. Las mismas, constituyen una alternativa que fue rápidamente asumida por millones de personas alrededor del mundo como un método de expresión, comunicación y todo tipo de actividades que la constituyen como una herramienta de mucho potencial y creciente influencia. La problemática radica en el tipo de usos e interpretaciones que le son atribuidas por parte de los usuarios y de qué manera esto repercute en la cada vez más difusa confección de la subjetividad, tanto individual como colectiva.
Esto, sumado a la aparente pseudo diversidad de contenidos ofrecidos por los medios en pos y beneficio de las estrategias de convergencia planteadas por  la industria del consumo, nos lleva a replantearnos qué expectativas tenemos en cuanto a nuestra propia identidad cultural en relación a los factores económicos, políticos y sociales que repercuten en la agitada y atropellada velocidad de los tiempos contemporáneos que nos tocan vivir.
A través del análisis de los textos “La intimidad como espectáculo” de Paula Sibilia;  “Hipermediaciones” de Carlos Scolari y “Televisión, globalización e identidades culturales” de Chris Barker, en sumatoria con otras lecturas adicionales mencionadas en la bibliografía, se intentarán recolectar algunos conceptos y observaciones destacadas por parte de los autores sobre el papel de las redes sociales y su influencia en el contexto social moderno.